Una misión de la NASA que develó las maravillas del universo a través de la luz infrarroja durante 16 años llegará a su fin este mes, cuando el telescopio espacial Spitzer tome sus observaciones finales el 29 de enero próximo.
Lanzado en agosto de 2003, el telescopio espacial Spitzer fue uno de los grandes observatorios de la NASA, siguiendo los pasos del telescopio espacial Hubble y el observatorio de rayos X Chandra.
Spitzer fue diseñado para estudiar la luz infrarroja, que a menudo se asocia con el calor. Ese talento tecnológico ha permitido a los científicos estudiar los alcances polvorientos del cosmos, donde todavía se forman estrellas y planetas.
Fuente: space.com
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