Nadie esperaba el chasquido del 6 de noviembre cuando los ingenieros del Observatorio de Arecibo en Puerto Rico sopesaron sus opciones para lidiar con los daños a la instalación por una falla de cable durante el verano boreal.
Pero justo cuando los ingenieros estaban listos para comenzar las reparaciones en ese cable secundario, que se salió de su enchufe en agosto pasado, enfrentaron un desafío mucho más serio: uno de los cables principales se rompió inesperadamente , poniendo en riesgo toda la instalación.
“Hemos visto algunas roturas de cables individuales en ese cable en particular, pero no habíamos visto ningún cambio durante semanas”, dijo al portal Space.com Francisco Córdova, director del observatorio.

Ubicado en una cuenca natural en medio de la jungla puertorriqueña, el Observatorio de Arecibo comenzó su trabajo científico en 1963 y es el segundo radiotelescopio más grande del mundo. Los científicos lo han utilizado en diversas tareas: confirmar a los púlsares como estrellas de neutrones superdensas, descubrir los primeros planetas más allá de nuestro sistema solar e incluso transmitir un mensaje al cosmos con la esperanza de alcanzar vida extraterrestre inteligente.
El observatorio ha reunido una serie de opciones para estabilizar la situación y está esperando una decisión de la Fundación Nacional de Ciencias, propietaria de la instalación, sobre cómo proceder. “Con suerte, en los próximos días tendremos esa decisión”, dijo Córdova.
En riesgo no solo está la historia de medio siglo de investigación del observatorio que abarca astronomía, estudios atmosféricos, asteroides cercanos a la Tierra y la búsqueda de vida más allá de la Tierra. Más preocupante, dicen los científicos, es la posibilidad de perder una instalación única con mucho trabajo por hacer.
Fuente: Space.com
Comments