Un cohete Ariane 5 partió el 25 de diciembre desde el puerto espacial europeo en Kourou (Guyana Francesa) a las 07:20 horas (UTC – 05:00 Bogotá, Lima, Quito).
En él, se transporta al muy esperado y retrasado Telescopio Espacial James Webb, así como las esperanzas y sueños de innumerables astrónomos, astrofísicos y científicos planetarios de todo el mundo, hacia la frontera final.
El enorme instrumento observará las primeras estrellas y galaxias del universo, olerá las atmósferas de los planetas alienígenas cercanos y realizará una variedad de otros trabajos de alto impacto.
El telescopio de 10 mil millones de dólares se elevó por el cielo de Kourou y se separó de su cohete, aproximadamente media hora después.
Los vítores de júbilo estallaron en el centro de lanzamiento cuando las vistas en vivo del Webb flotando y desplegando su matriz solar llegaron a nuestro planeta.
“Esta es una misión única”, dijo el administrador de la NASA Bill Nelson al portal Space.com. “Es la tecnología más avanzada que, si tiene éxito, abrirá secretos del universo que serán simplemente estupendos, si no casi abrumadores, [proporcionando un] salto cuántico en la comprensión de quiénes somos, cómo llegamos aquí, qué somos y cómo evolucionó todo “.
Fuente: Space.com
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