Han sido esquivos desde que se postuló que existían. Sin embargo, un episodio de ‘homicidio cósmico’ fue descubierto infraganti: un agujero negro de masa intermedia había revelado su posición al desgarrar a una estrella que pasó demasiado cerca.
Utilizando datos del Telescopio Espacial Hubble, el Observatorio de Rayos X Chandra, la misión SWIFT e información del observatorio XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea, un equipo de investigadores de la Universidad de New Hampshire halló a 3XMM J215022.4-055108, una “bestia cósmica” con un peso de unas 50.000 masas solares.
Este tipo de agujeros negros de masa intermedia (IMBH por sus siglas en inglés) son el «eslabón perdido» buscado desde tiempo atrás respecto a la evolución de estos objetos y de la teoría de formación de las galaxias, pues se ubican en un tamaño medio entre los agujeros negros supermasivos (de millones o miles de millones de masas solares, ubicados en los núcleos de las galaxias grandes) y aquellos más pequeños, que se producen tras el colapso de estrellas masivas.
Aunque existen algunos otros candidatos a IMBHs, los investigadores consideran que estas recientes investigaciones son la evidencia más sólida hasta la fecha para constatar su existencia. Los resultados se publicaron la semana pasada ‘The Astrophysical Journal Letters’.
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