El primer cometa en visitarnos desde otro sistema estelar conocido tiene una composición inusual, según recientes investigaciones.
EL cometa 21/Borisov fue descubierto el 30 de agosto de 2019 por el astrónomo aficionado Gennady Borisov. Este misterioso visitante de las profundidades del espacio le ha dado a los científicos de una oportunidad sin precedentes para compararlo a otros cometas que se formaron en torno al Sol.
El monóxido de carbono es común en el espacio y se encuentra dentro de la mayoría de los cometas. Pero, debido a razones que no están claras, hay una inmensa variación en la concentración de CO en estos cuerpos helados.
Eso puede estar en parte relacionado con dónde se formó el cometa dentro de un sistema estelar. Podría también estar conectado a la frecuencia con que la órbita del comenta lo acerca a su estrella y lo conduce a despedir los gases que se evaporan más fácilmente del hielo.
Los nuevos datos disponibles sugieren que contiene grandes cantidades de monóxido de carbono, una posible pista de dónde “nació”. Pudo haberse originado “en torno a una estrella enana roja” o “en una región extremadamente fría y periférica de un distante sistema planetario”, sostienen las hipótesis principales.
“Esta es la primera vez que hemos observado el interior de un cometa que venga de afuera de nuestro Sistema Solar”
Martin Cordiner. Centro de Vuelos Espaciales Goddard – NASA
Los hallazgos aparecen en dos estudios científicos separados publicados por el sitio especializado Nature Astronomy, sobre la base de datos obtenidos del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y el Telescopio Espacial Hubble (HST), respectivamente.
Fuente: BBC Mundo
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